El protagonista de este tratado descubre, desde su más tierna infancia la importancia de eso que generalmente se entiende por belleza. A partir de ese momento serán muchas las barbaridades que cometerá y que verá cometer para llegar a ser guapo y, a ser posible, guapísimo.El censo de gimnasios aumenta alarmantemente, las dietas-milagro se convierten en la religión de miles de gordos y protogordos, centenares de calvos incipientes acuden en desbandada a los centros capilares a que les implanten pelo en la cabeza, otros tantos centenares acuden que se lo quiten de otro sitio...La consigna que se mueran los feos se ha extendido por doquier.
Descripción
Descripción: Madrid. 1998. 21 cm. 173 p. Encuadernación en tapa blanda con solapas.Anotación en primera página.
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