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Sean no espera gran cosa de la vida. Tomarse una cerveza en el pub, volver a casa con su mujer y desear que el día pase lo más rápido posible en el gigantesco matadero de pollos donde se deja la juventud entre sangre, vísceras y plumas. Hasta que recibe la noticia de que su hermano Archie va a salir de la cárcel. Y no es que no quiera a su hermano, ni...