El coronel de la Guardia Civil Antonio Escobar, hombre de profundas convicciones religiosas, consiguió con su decidida actuación el 19 de julio de 1936 que no prosperase la sublevación militar en Barcelona. Pese a ser hijo de un héroe de la guerra de Cuba, y tener una hija monja adoratriz, un hijo falangista Palma de Plata y dos hermanos también coroneles de la Guardia Civil, optó por la libertad de actuar conforme a su conciencia y al juramento prestado al Gobierno legalmente constituido.
Descripción
1983. 19 cm. 215 p. Encuadernación en tapa dura ,no conserva la sobrecubierta.
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