La historia cuenta que en un pequeño y tranquilo pueblo de provincias, a mediados de los setenta, el colectivo deja de parar. A medida que el tiempo pasa, comienza a haber todo tipo de conjeturas. La alteración de la rutina evapora la armonía, la hipocresía se resiente, y salen a la luz envidias, penas y temores tantos años acallados. El chivo expiatorio son una pareja de jóvenes que llegaron de la ciudad y están de paso en el hotel. Son un cuerpo extraño en ese lugar, y son quienes más se desesperan por no poder abandonarlo. Quizás es pura impaciencia, aunque en verdad parecen tener muy buenas razones para querer huir rápidamente de allí.
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