Así tituló Rosa Chacel una peculiar antología de proyectos de novela que por diversos motivos no pudo o sabía que no iba a poder rematar. Cada aborto narrativo (aunque ella niega en el prólogo que se le deban llamar abortos a sus piezas) va precedido o seguido de explicaciones en las que Chacel revela las causas de su inconclusión y comparte lo que pretendía contar con cada narración frustrada.(De constelacion18.blogspot.com.es)
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