Boris Vian se inventó el escritor Vernon Sullivan, al que hizo autor de Escupiré sobre vuestras tumbas, parodia del género negro que, entre otros éxitos, consiguió enfurecer, y de qué manera, a la censura. Para no ser menos que Vian, su amigo Raymond Queneau ejemplo excepcional de escritor culto y sabio, según Italo Calvino se sacó de la manga el heterónimo Sally Mara: ingenua jovencita irlandesa capaz de escribir un divertidísimo remake de los folletines en boga en la época, o de relatar, en su Diario íntimo, sus vivencias de persona con los pies en el suelo, la cabeza en las nubes y el resto del cuerpo... digamos que el resto del cuerpo en permanente exploración sicalíptica. Hasta el punto de que, de su admirado escritor culto y sabio tuvo que decir Calvino: Tengo la sensación de que hay obscenidades por todas partes (¿o soy yo, que estoy obsesionado?). En resumen, una auténtica joya literaria del humor y la imaginación. Que es urgente leer hoy, antes de que vuelva la censura.
Descripción
Descripción: Barcelona 1995. Tapa blanda, 224 pag. 18x12 cm.
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